sábado, 25 de mayo de 2019

ACTA DE INDEPENDENCIA DE 1811

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Acta de la Independencia

Documento fundamental de la nacionalidad, fechado en Caracas el 5 de julio de 1811. Ese día, a las 3 p.m., en la capilla del Seminario Santa Rosa de Lima (actual Palacio Municipal), el Congreso Constituyente de Venezuela, formado por representantes de las provincias de Caracas, Cumaná,  Barinas, Margarita, Mérida, Barcelona y Trujillo, declaró la independencia nacional. En el acta de la sesión matutina del 5 de julio se expresa que después de un largo debate, el presidente del Congreso, Juan Antonio Rodríguez Domínguez, «...anunció declarada solemnemente la Independencia absoluta de Venezuela, cuyo anuncio fue seguido de vivas y aclamaciones del pueblo...» En la misma tarde del 5 de julio el Congreso celebró otra sesión, donde se acordó redactar un documento que manifestase «...todas las causas y poderosos motivos que nos habían obligado a declarar nuestra independencia para que, sometido a la inspección del Congreso, sirviese de competente acta y pasase al Poder Ejecutivo a fin de que la publicase e hiciese circular en la forma ordinaria...»; así se lee en el acta de la sesión vespertina del 5 de julio.

La redacción del trascendental documento, conocido en la historia de Venezuela como Acta de la independencia, fue encomendada en esa misma sesión vespertina al diputado Juan Germán  Roscio y a Francisco Isnardi, Secretario del Congreso pero no diputado. Debe tenerse en cuenta que el Acta de la independencia, que es a la vez un manifiesto público y un acta, es un documento diferente del acta de la sesión matutina del 5 de julio de 1811 donde se debatió, votó y declaró la independencia, así como también es diferente del acta de la sesión del mismo día 5 celebrada en la tarde. En la reunión del Congreso del día 7 fue leído y aprobado el texto del Acta de la independencia redactada por Roscio e Isnardi. El 8, dicha acta, firmada por 41 diputados y por el secretario, fue entregada al Poder Ejecutivo plural por una comisión del Congreso constituida por los diputados Roscio y Fernando Toro, acompañados de Isnardi.

El texto del Acta de la independencia transcrito del manuscrito original conservado en el Congreso Nacional es el siguiente: «En nombre de Dios Todopoderoso, Nosotros, los representantes de las Provincias unidas de Caracas, Cumaná,  Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que forman la Confederación Americana de Venezuela en el continente meridional, reunidos en Congreso, y considerando la plena y absoluta posesión de nuestros derechos, que recobramos justa y legítimamente desde el 19 de abril de 1810, en consecuencia de la jornada de Bayona y la ocupación del trono español por la conquista y sucesión de otra nueva dinastía constituida sin nuestro consentimiento, queremos, antes de usar de los derechos de que nos tuvo privados la fuerza, por más  de tres siglos, y nos ha restituido el orden político de los acontecimientos humanos, patentizar al Universo las razones que han emanado de estos mismos acontecimientos y autorizar el libre uso que vamos a hacer de nuestra soberanía.

»No queremos, sin embargo, empezar alegando los derechos que tiene todo país conquistado, para recuperar su estado de propiedad e independencia: olvidamos generosamente la larga serie de males, agravios y privaciones que el derecho funesto de conquista ha causado indistintamente a todos los descendientes de los descubridores, conquistadores y pobladores de estos países, hechos de peor condición, por la misma razón que debía favorecerlos; y corriendo un velo sobre los trescientos años de dominación española en América, sólo presentaremos los hechos auténticos y notorios que han debido desprender y han desprendido de derecho a un mundo de otro, en el trastorno, desorden y conquista que tiene ya disuelta la nación española. Este desorden ha aumentado los males de la América, inutilizándole  los recursos y reclamaciones, y autorizando la impunidad de los gobernantes de España para insultar y oprimir esta parte de la nación, dejándola  sin el amparo y garantía de las leyes.

»Es contrario al orden, imposible al gobierno de España, y funesto a la América, el que, teniendo ésta un territorio infinitamente más  extenso, y una población incomparablemente más  numerosa, dependa y esté sujeta a un  ángulo peninsular del continente europeo. Las cesiones y abdicaciones de Bayona, las jornadas de El Escorial y de Aranjuez, y las órdenes del lugarteniente duque de Berg, a la América, debieron poner en uso los derechos que hasta entonces habían sacrificado los americanos a la unidad e integridad de la nación española.

»Venezuela, antes que nadie, reconoció y conservó generosamente esta integridad por no abandonar la causa de sus hermanos, mientras tuvo la menor apariencia de salvación.

»La América volvió a existir de nuevo, desde que pudo y debió tomar a su cargo su suerte y conservación; como España pudo reconocer, o no, los derechos de un rey que había apreciado más  su existencia que la dignidad de la nación que gobernaba. Cuantos Borbones concurrieron a las inválidas  estipulaciones de Bayona, abandonando el territorio español, contra la voluntad de los pueblos, faltaron, despreciaron y hollaron el deber sagrado que contrajeron con los españoles de ambos mundos, cuando, con su sangre y sus tesoros, los colocaron en el trono a despecho de la Casa de Austria; por esta conducta quedaron inhábiles  e incapaces de gobernar a un pueblo libre, a quien entregaron como un rebaño de esclavos.

»Los intrusos gobiernos que se abrogaron la representación nacional aprovecharon pérfidamente las disposiciones que la buena fe, la distancia, la opresión y la ignorancia daban a los americanos contra la nueva dinastía que se introdujo en España por la fuerza; y contra sus mismos principios, sostuvieron entre nosotros la ilusión a favor de Fernando, para devorarnos y vejarnos impunemente cuando más  nos prometían la libertad, la igualdad y la fraternidad, en discursos pomposos y frases estudiadas, para encubrir el lazo de una representación amañada, inútil y degradante.

»Luego que se disolvieron, sustituyeron y destruyeron entre sí las varias formas de gobierno de España, y que la ley imperiosa de la necesidad dictó a Venezuela el conservarse a sí misma para ventilar y conservar los derechos de su rey y ofrecer un asilo a sus hermanos de Europa contra los males que les amenazaban, se desconoció toda su anterior conducta, se variaron los principios, y se llamó insurrección, perfidia e ingratitud, a lo mismo que sirvió de norma a los gobiernos de España, porque ya se les cerraba la puerta al monopolio de administración que querían perpetuar a nombre de un rey imaginario.

»A pesar de nuestras protestas, de nuestra moderación, de nuestra generosidad, y de la inviolabilidad de nuestros principios, contra la voluntad de nuestros hermanos de Europa, se nos declara en estado de rebelión, se nos bloquea, se nos hostiliza, se nos envían agentes a amotinarnos unos contra otros, y se procura desacreditarnos entre las naciones de Europa implorando sus auxilios para oprimirnos.

»Sin hacer el menor aprecio de nuestras razones, sin presentarlas al imparcial juicio del mundo, y sin otros jueces que nuestros enemigos, se nos condena a una dolorosa incomunicación con nuestros hermanos; y para añadir el desprecio a la calumnia se nos nombran apoderados, contra nuestra expresa voluntad, para que en sus Cortes dispongan arbitrariamente de nuestros intereses bajo el influjo y la fuerza de nuestros enemigos.

»Para sofocar y anonadar los efectos de nuestra representación, cuando se vieron obligados a concedérnosla, nos sometieron a una tarifa mezquina y diminuta y sujetaron a la voz pasiva de los Ayuntamientos, degradados por el despotismo de los gobernadores, las formas de la elección; lo que era un insulto a nuestra sencillez y buena fe, más  bien que una consideración a nuestra incontestable importancia política.

»Sordos siempre a los gritos de nuestra justicia, han procurado los gobiernos de España desacreditar todos nuestros esfuerzos declarando criminales y sellando con la infamia, el cadalso y la confiscación, todas las tentativas que, en diversas épocas, han hecho algunos americanos para la felicidad de su país, como lo fue la que últimamente nos dictó la propia seguridad, para no ser envueltos en el desorden que presentíamos, y conducidos a la horrorosa suerte que vamos ya a apartar de nosotros para siempre; con esta atroz política, han logrado hacer a nuestros hermanos insensibles a nuestras desgracias, armarlos contra nosotros, borrar de ellos las dulces expresiones de la amistad y de la consanguinidad, y convertir en enemigos una parte de nuestra gran familia.

»Cuando nosotros, fieles a nuestras promesas, sacrificábamos  nuestra seguridad y dignidad civil por no abandonar los derechos que generosamente conservamos a Fernando de Borbón, hemos visto que a las relaciones de la fuerza que le ligaban con el Emperador de los franceses ha añadido los vínculos de sangre y amistad, por los que hasta los gobiernos de España han declarado ya su resolución de no reconocerle sino condicionalmente.

»En esta dolorosa alternativa hemos permanecido tres años en una indecisión y ambigüedad política, tan funesta y peligrosa, que ella sola bastaría a autorizar la resolución que la fe de nuestras promesas y los vínculos de la fraternidad nos habían hecho diferir; hasta que la necesidad nos ha obligado a ir más  allá  de lo que nos propusimos, impelidos por la conducta hostil y desnaturalizada de los gobiernos de España, que nos ha relevado del juramento condicional con que hemos sido llamados a la augusta representación que ejercemos.

»Mas nosotros, que nos gloriamos de fundar nuestro proceder en mejores principios, y que no queremos establecer nuestra felicidad sobre la desgracia de nuestros semejantes, miramos y declaramos como amigos nuestros, compañeros de nuestra suerte, y partícipes de nuestra felicidad, a los que, unidos con nosotros por los vínculos de la sangre, la lengua y la religión, han sufrido los mismos males en el anterior orden; siempre que, reconociendo nuestra absoluta independencia de él y de toda otra dominación extraña, nos ayuden a sostenerla con su vida, su fortuna y su opinión, declarándolos  y reconociéndolos (como a todas las demás  naciones) en guerra enemigos, y en paz amigos, hermanos y compatriotas.

»En atención a todas estas sólidas, públicas e incontestables razones de política, que tanto persuaden la necesidad de recobrar la dignidad natural, que el orden de los sucesos nos ha restituido, en uso de los imprescriptibles derechos que tienen los pueblos para destruir todo pacto, convenio o asociación que no llena los fines para que fueron instituidos los gobiernos, creemos que no podemos ni debemos conservar los lazos que nos ligaban al gobierno de España, y que, como todos los pueblos del mundo, estamos libres y autorizados para no depender de otra autoridad que la nuestra, y tomar entre las potencias de la tierra, el puesto igual que el Ser Supremo y la naturaleza nos asignan y a que nos llama la sucesión de los acontecimientos humanos y nuestro propio bien y utilidad.

»Sin embargo de que conocemos las dificultades que trae consigo y las obligaciones que nos impone el rango que vamos a ocupar en el orden político del mundo, y la influencia poderosa de las formas y habitudes a que hemos estado, a nuestro pesar, acostumbrados, también conocemos que la vergonzosa sumisión a ellas, cuando podemos sacudirlas, sería más  ignominiosa para nosotros, y más  funesta para nuestra posteridad, que nuestra larga y penosa servidumbre, y que es ya de nuestro indispensable deber proveer a nuestra conservación, seguridad y felicidad; variando esencialmente todas las formas de nuestra anterior constitución.

»Por tanto, creyendo con todas estas razones satisfecho el respeto que debemos a las opiniones del género humano y a la dignidad de las demás  naciones, en cuyo número vamos a entrar, y con cuya comunicación y amistad contamos; nosotros, los representantes de las Provincias unidas de Venezuela, poniendo por testigo al Ser Supremo de la justicia de nuestro proceder, y de la rectitud de nuestras intenciones, implorando sus divinos y celestiales auxilios, y ratificándole,  en el momento en que nacemos a la dignidad, que su Providencia nos restituye, el deseo de vivir y morir libres, creyendo y defendiendo la santa, católica y apostólica religión de Jesucristo, como el primero de nuestros deberes. Nosotros, pues, a nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias unidas son, y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, Estados libres, soberanos e independientes y que están  absueltos de toda sumisión y dependencia de la Corona de España o de los que se dicen o dijeren sus apoderados o representantes, y que como tal Estado libre e independiente tiene un pleno poder para darse la forma de gobierno que sea conforme a la voluntad general de sus pueblos, declarar la guerra, hacer la paz, formar alianzas, arreglar tratados de comercio, límites y navegación, hacer y ejecutar todos los demás  actos que hacen y ejecutan las naciones libres e independientes. Y para hacer válida,  firme y subsistente esta nuestra solemne declaración, damos y empeñamos mutuamente unas provincias a otras, nuestras vidas, nuestras fortunas y el sagrado de nuestro honor nacional.

Dada en el Palacio Federal de Caracas, firmada de nuestra mano, sellada con el gran sello provisional de la Confederación, y refrendada por el Secretario del Congreso, a cinco días del mes de julio del año de mil ochocientos once, el primero de nuestra Independencia. Por la Provincia de Caracas, Isidoro Antonio López Méndez, diputado de la ciudad de Caracas; Juan Germán  Roscio, por el partido de la villa de Calabozo; Felipe Fermín Paúl, por el partido de San Sebastián;  Francisco Javier Ustáriz,  por el partido de San Sebastián;  Nicolás  de Castro, diputado de Caracas; Juan Antonio Rodríguez Domínguez, Presidente, diputado de Nutrias en Barinas; Luis Ignacio Mendoza, Vicepresidente, diputado de Obispos en Barinas; Fernando de Peñalver, diputado de Valencia; Gabriel Pérez de Pagola, diputado de Ospino; Salvador Delgado, diputado de Nirgua; el marqués del Toro, diputado de la ciudad del Tocuyo; Juan Antonio Díaz Argote, diputado de la Villa de Cura; Gabriel de Ponte, diputado de Caracas; Juan José de Maya, diputado de San Felipe; Luis José de Cazorla, diputado de Valencia; José Vicente de Unda, diputado de Guanare; Francisco Javier Yanes,  diputado de Araure; Fernando Toro, diputado de Caracas; Martín Tovar Ponte, diputado de San Sebastián;  Juan Toro, diputado de Valencia; José Ángel de Álamo, diputado de Barquisimeto; Francisco Hernández,  diputado de San Carlos; Lino de Clemente, diputado de Caracas; por la provincia de Cumaná,   Francisco Javier de Mayz, diputado de la capital; José Gabriel de Alcalá,  diputado de idem; Juan Bermúdez, diputado del Sur; Mariano de la Cova, diputado del Norte; por la de Barcelona, Francisco de Miranda, diputado del Pao; Francisco Policarpo Ortiz, diputado de San Diego; Juan Nepomuceno Quintana, diputado de Achaguas; Ignacio Fernández,  diputado de la capital de Barinas; Ignacio Ramón Briceño, representante de Pedraza; José de Sata y Bussy, diputado de San Fernando de Apure; José Luis Cabrera, diputado de Guanarito; Ramón Ignacio Méndez, diputado de Guasdualito; Manuel Palacio, diputado de Mijagual; por la Provincia de Margarita, Manuel Plácido  Maneyro; por la Provincia de Mérida, Antonio Nicolás  Briceño, diputado de Mérida; Manuel Vicente de Maya, diputado de La Grita; por la de Trujillo, Juan Pablo Pacheco; por la villa de Aragua, provincia de Barcelona, José María Ramírez. Refrendado: Hay un sello. Francisco Isnardi, Secretario».

El mismo día que la había recibido, el Poder Ejecutivo Plural (llamado también Triunvirato) refrendó el Acta de la independencia del modo siguiente: «Palacio Federal de Caracas, 8 de julio de 1811. Por la Confederación de Venezuela, el Poder Ejecutivo ordena que el Acta antecedente sea publicada, ejecutada y autorizada con el Sello del Estado y Confederación. Cristóbal de Mendoza, Presidente en turno; Juan de Escalona; Baltasar Padrón. Miguel José Sanz, Secretario de Estado. Carlos Machado, Canciller Mayor. José Tomás  Santana, Secretario de Decretos».

El texto del Acta de la independencia fue publicado el 11 de julio en el número 2 del semanario titulado El Publicista de Venezuela, órgano oficial del Congreso Constituyente, bajo el título «Declaratoria de Independencia» y precedido de un breve comentario donde se destacaba la necesidad de que «la Declaratoria de nuestra absoluta Independencia» llegase a conocimiento de todos los habitantes de Venezuela por todos los medios disponibles y con la urgencia que exigía la gran importancia de este acontecimiento. El domingo 14 de julio se hizo en Caracas la proclamación pública y solemne del Acta de la independencia, cuyo texto fue leído en alta voz en las plazas y las principales esquinas de la ciudad por José Tomás  Santana, precedida su lectura por redobles de tambor. El 16 de julio el texto fue impreso en la Gaceta de Caracas núm. 41, llevando esta vez al final el decreto refrendatorio del Poder Ejecutivo firmado por los triunviros Mendoza, Escalona y Padrón y demás  funcionarios.

El Acta de la independencia no fue firmada el mismo día 5 de julio en que el Congreso la declaró, sino el 7, cuando el texto elaborado por Roscio e Isnardi fue aprobado por el cuerpo y suscrito por los 41 diputados presentes más  el secretario a fin de entregarlo al Ejecutivo, como se hizo, el día 8. Pero lleva la fecha del 5 de julio de 1811 por voluntad del Congreso, ya que fue este día cuando la independencia quedó solemnemente declarada por el Poder Legislativo, que entonces tenía la primacía sobre los otros 2 poderes por haber recibido directamente su mandato del pueblo soberano.

Las circunstancias de la guerra hicieron que se perdiera el manuscrito original del Acta de la independencia, el que llevaba al pie las firmas autógrafas de 41 diputados y el sello del Congreso, así como la firma de Isnardi, y al final el decreto refrendatorio suscrito por los triunviros Mendoza, Escalona y Padrón y demás  funcionarios mencionados. Hasta el presente este importantísimo documento no ha sido localizado. Sin embargo, el texto auténtico del Acta de la independencia se conoce perfectamente gracias a su reproducción en El Publicista de Venezuela del 11 de julio de 1811 y de la Gaceta de Caracas del 16 de ese mes. Durante prácticamente  un siglo esos 2 periódicos fueron la única fuente de donde provenía el texto de ese documento fundamental, hasta que en 1907 el historiador Francisco González  Guinán  tuvo noticia de que en la ciudad de Valencia existía un Libro de Actas manuscrito del Congreso Constituyente de 1811-1812, que contenía las relativas al período 25 de junio a 24 de diciembre de 1811. El historiador Ramón Díaz Sánchez  relata así los hechos: «Se ha dejado constancia de la participación que tuvo en el hallazgo de González  Guinán  el señor Ricardo Smith, vecino de Valencia. Fue éste quien enteró al historiador de la existencia de los preciosos papeles en poder de la señora María Josefa Gutiérrez de Navas Spínola. Informado, a su vez, el Gobierno de la nación y reconocida por la Academia Nacional de la Historia la autenticidad de las actas, un decreto del Presidente de la República, de fecha 1 de enero de 1910, dispuso depositarlas en un arca especial instalada al efecto en el Salón Elíptico del Palacio Federal de Caracas, lo que se hizo en un acto que tuvo lugar el 5 de julio de 1911, primer centenario de la declaración de la Independencia. Ellas integran el volumen de 436 páginas  que se dio a la estampa en 1911 bajo el título de El libro nacional de los venezolanos».

En ese Libro de actas, en los folios 110 verso a 114 recto, estaba transcrita el Acta de la independencia tal como la había aprobado el Congreso de 1811, con las firmas autógrafas de los mismos diputados (excepto una) que habían suscrito el original entregado el 8 de julio al Ejecutivo. Por fortuna, el Congreso había tenido la precaución de reproducir en su Libro de actas el texto íntegro y auténtico del Acta de la independencia. Esta es la que se conserva en un arca especial colocada en el Salón Elíptico del Congreso Nacional, la cual es abierta por el presidente de la República en el transcurso de una ceremonia que se celebra cada 5 de julio.

El texto del Acta de la independencia no fue transcrito al Libro de actas de inmediato (probablemente por ocupaciones del secretario Isnardi), sino algo más  tarde, posiblemente a mediados de agosto de 1811. Hay un hecho que así lo hace pensar. Entre los diputados que aprobaron el 5 de julio de 1811 la declaración de la independencia y que el 7 firmaron el acta entregada el 8 al Poder Ejecutivo, estaba Gabriel de Ponte, cuyo nombre aparece entre los firmantes como diputado de Caracas en las páginas  de El Publicista de Venezuela y de la Gaceta de Caracas. Cuando la ciudad de Valencia se sublevó el 11 de julio de ese año, Ponte fue uno de los oficiales que marcharon a las órdenes del general (y también diputado) Francisco de Miranda para someter a los alzados y allí fue gravemente herido de un balazo en el brazo derecho el 23 del mismo mes. Después de las curas y la hospitalización de emergencia fue trasladado con lentitud a Caracas cuando los médicos consideraron que estaba en condiciones para ello; no debió de llegar a la capital sino a mediados de agosto, baldado aún por su herida. Por esto, en el texto del Acta de la independencia conservado en el Libro de actas del Congreso, en el lugar donde debía ir su firma aparecen cuatro rasgos de pluma que se cortan dos a dos, y la siguiente nota del secretario: «Por haber quedado impedido de firmar a causa de la herida que recibió en Valencia el señor Ponte no pudo hacerlo al pasar al Libro la presente Acta».

En 1910, después de conocerse la aparición del Libro de actas manuscrito, se abrió en el Senado de la República un debate, en el cual participaron los senadores e historiadores Francisco González  Guinán  y José Gil Fortoul, acerca de si el Acta de la independencia que figura en dicho libro debía ser considerada como el original o como una copia. Desde el punto de vista histórico, el texto manuscrito, con firmas autógrafas, asentado en el Libro de actas original del Congreso Constituyente de 1811-1812 (respaldado además  por la publicación que dispuso el propio Congreso en El Publicista de Venezuela y la hecha por el Poder Ejecutivo en la Gaceta de Caracas) es auténtico y fehaciente. En el Libro de actas original, la página  en la cual empieza el texto del Acta de la independencia lleva el título manuscrito «Acta solemne de Independencia» y a continuación la invocación «En el nombre de Dios todo Poderoso». Como la expresa el historiador Ramón Díaz Sánchez,  «...esa Acta es la que se conserva en el Salón Elíptico. No poseemos otra, y al fin y al cabo la copia en cuestión es tan auténtica como el original desaparecido...» Este fue el texto que el Congreso quiso conservar en su Libro de actas para perpetua memoria de la declaración de independencia hecha en Caracas el 5 de julio de 1811.    M.P.V.

BIBLIOGRAFÍA:

Acta de la independencia, MDCCCXI: recuerdo de su primer centenario celebrado bajo la presidencia del general Juan Vicente Gómez. Caracas: Tipografía del Comercio, 1911; Acta de la independencia de los Estados Unidos de Venezuela del 5 de julio de 1811, compendiada en 1898 por la Academia Nacional de la Historia. Caracas: Imprenta Nacional, 1899; El Congreso Nacional de 1811 y el Acta de la Independencia; estudio preliminar de Manuel Pérez Vila. Caracas: Presidencia del Senado de la República, 1990; DÍAZ SÁNCHEZ, RAMÓN. La independencia de Venezuela y sus perspectivas: reflexiones en torno al Libro de Actas del Supremo Congreso de 1811-1812. ed. separada. Caracas: s.n., 1960;  El Libro Nacional de los venezolanos: actas del Congreso Constituyente de Venezuela en 1811. Caracas: Tipografía Americana, 1911; GONZÁLEZ GUINÁN, FRANCISCO. Hallazgo del Acta solemne de Independencia de Venezuela y de otras actas originales del Congreso Constituyente de 1811. Valencia: Imprenta del Estado, 1909; PÉREZ VILA, MANUEL. La declaración de la independencia de Venezuela y su acta. Caracas: Ministerio de Relaciones Interiores, 1978; __, comp. Actas de los congresos del ciclo bolivariano: Congreso Constituyente, 1811-1812. Caracas: Congreso de la República, 1983. 2 v.

HEMEROGRAFÍA:

«El Acta de la Independencia de Venezuela: hallazgo del histórico documento». EN: Boletín del Archivo Histórico de Miraflores. Caracas, núm. 16, 1962.

INGENIERÍA MILITAR MILICIA BOLIVARIANA

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PTte. EDWIN LICONES
INSTRUCTOR
   
Asignatura: Fundamentos Tácticos Operativos

Guía: Fundamentos de los Aseguramientos Ingeniero y Geográfico durante la realización de las operaciones, Apreciación y proposición.
INFLUENCIA DE LAS ACCIONES DEL ENEMIGO EN LOS ASEGURAMIENTOS INGENIERO Y GEOGRÁFICO.
Durante el desarrollo de una agresión militar a nuestro país, el enemigo, mantendrá el dominio del espacio aéreo y naval y una exploración sistemática, lo que le permitirá el descubrimiento de los objetivos que no estén enmascarados convenientemente desde el punto de vista multiespectral, a los cuales podrá golpear en breves plazos, con una alta efectividad.
Las amplias posibilidades incorporadas a los medios de exploración y golpe como resultado del desarrollo tecnológico alcanzado por las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, elevan significativamente la efectividad del empleo de sus medios de destrucción.
En este contexto, el territorio nacional será sometido a los golpes de la aviación, de los buques de superficie y el minado a distancia con el empleo de varios medios portadores durante un plazo de tiempo prolongado. Estas acciones provocarán el surgimiento de grandes focos de destrucción, incendio, inundaciones, áreas minadas, la neutralización o destrucción de los obstáculos instalados por nuestras tropas y de las obras ingenieras construidas.
Como resultado se producirán afectaciones de gran magnitud a las tropas, la población, la economía, al acondicionamiento ingeniero del Teatro de Operaciones Militares y al medio ambiente, lo que influirá de forma negativa en la preservación de nuestras fuerzas y medios, la realización del despliegue por nuestras tropas, la ocupación de sus regiones de designación combativa y en el acondicionamiento ingeniero de las regiones, centros y puntos de resistencia (principalmente las obras de alta protección y  los Puestos de Mando).
Igual situación es de esperar en nuestra red vial, las instalaciones portuarias (los que pudieran ser minados impidiendo o dificultando la entrada y salida de los buques de nuestra Marina de Guerra Revolucionaria y el cumplimiento de sus misiones combativas), aeródromos y otros objetivos y  estas afectaciones se verán incrementadas por las limitaciones que se presentarán en cuanto a los recursos materiales y medios de mecanización disponibles para los trabajos.
El Minado a Distancia pudiera emplearse por el enemigo en primer orden dentro de las áreas de nuestras tropas para causar bajas, en las vías de comunicaciones y obras de fábrica, para dificultar el movimiento de nuestras unidades tácticas y su abastecimiento con medios materiales de todo tipo.
Al realizarse los desembarcos, se incorporarán nuevos medios de destrucción, incrementándose aún más el grado de afectaciones y destrucciones en el territorio nacional.
Por otra parte, en el territorio nacional o en parte de él pudiera crearse una situación radiológica, química, biológica o de incendios compleja, aún sin éste haber empleado las AEM, dadas el empleo por el enemigo de proyectiles con uranio empobrecido en sus componentes y por los golpes con medios convencionales directa o colateralmente contra objetivos con productos contaminantes, situación esta que pudiera tener una influencia directa en el carácter de las acciones de nuestras  tropas.
El empleo por el enemigo del arma biológica estaría dirigido en lo fundamental a la afectación de la flora mediante la proliferación de enfermedades epifititas que afecten el enmascaramiento y la base alimentaria en especial de las regiones montañosas, para ello pudieran utilizar, fundamentalmente, las acciones de las Fuerzas de Operaciones Especiales o de la contrarrevolución.
En dependencia de la evolución de la situación, el mantenimiento prolongado de nuestra voluntad y capacidad de resistencia durante la invasión, el enemigo pudiera hacer uso de todo su arsenal de armas nucleares, químicas, biológicas u otras que provocan afectaciones similares, particularmente, no se descarta el empleo de armas nucleares tácticas con ojivas de muy pequeña y pequeña potencia, sobre todo contra las tropas que se encuentran en las regiones de resistencia más importantes que mantienen la capacidad de combate y los puestos de mandos (dirección).
Es muy probable que se incremente el empleo del arma incendiaria contra las  tropas en sus regiones de resistencia, regiones pobladas, posiciones de fuego de la artillería y los medios de defensa antiaérea, almace­nes y otras instalaciones militares y económicas para dificultar la operación.
A pesar de las posibilidades técnicas  y de armamento del enemigo, éste para materializar sus objetivos, va a depender de las condiciones de la situación y de nuestra capacidad de respuesta, que se manifiesta en la astucia y empleo óptimo y consecuente de los medios con que contamos. Unido a lo anterior la ventaja estratégica de conocer y dominar el terreno metro a metro de nuestro territorio nacional, nos permitirá utilizarlo en la organización de la lucha armada, lo que influirá en contrarrestar  la superioridad tecnológica que posee el enemigo con su exploración.
En estas complejas condiciones de la situación, producto del continuo desarrollo y perfeccionamiento de los diversos medios de exploración y destrucción del enemigo, y de sus concepciones de realización de las operaciones y el combate, tendremos que organizar, planificar, dirigir y cumplir las misiones, medidas y actividades de los Aseguramientos Ingeniero, Geográfico y de Protección Contra las AEM.
Aseguramiento ingeniero. Es un aseguramiento de combate el cual consistente en un conjunto de misiones, medidas y actividades ingenieras que ejecutamos con el propósito de aprovechar y modificar las características del terreno, crear condiciones favorables para  la realización de las acciones combativas por nuestras tropas y dificultar las del enemigo. Se ejecuta en su mayor volumen desde tiempo de paz, incrementándose gradualmente en el periodo de crisis y durante la realización de las Operaciones Defensivas.
Sus objetivos generales se dirigen a crear las condiciones más favorables para:
a)    Elevar la vitalidad de nuestros objetivos, tropas y reservas de medios materiales contra la influencia de los medios de destrucción del enemigo.
b)    Elevar las posibilidades del empleo del armamento y la técnica de combate.
c)    Causar el máximo de pérdidas al enemigo y dificultar sus acciones combativas.
d)    Garantizar la maniobra oportuna, oculta y protegida de nuestras tropas.
e)    Incrementar los niveles de protección de la población.
Para el logro de estos objetivos, desde tiempo de paz y durante el desarrollo de las operaciones y la realización del combate, se cumplen las misiones y medidas del aseguramiento ingeniero. 
v  Misiones Y Medidas del Aseguramiento Ingeniero.
En el nivel estratégico, teniendo en cuenta la importancia de cada una de las misiones y medidas del Aseguramiento Ingeniero, resulta conveniente clasificarlas en: misiones y medidas de primer orden y de segundo orden. No obstante, en los niveles operativo y táctico serán las condiciones de la situación existentes y el tipo de arma o aseguramiento de que se trate, los factores esenciales que determinen la prioridad del cumplimiento de las diferentes misiones y medidas del aseguramiento ingeniero.
Las misiones del Aseguramiento Ingeniero se cumplen con la participación de todas las categorías  de tropas  y  la población  en  general y para el cumplimiento de las misiones más complejas se  designan las unidades ingenieras estructuradas en medianas unidades y pequeñas unidades, las que se emplean sobre la base del principio territorial, pudiendo actuar como pequeña unidad o como órgano ingeniero de forma independiente, en cooperación con otras unidades de las armas y aseguramientos, agregadas o de apoyo.
Misiones y medidas de primer orden.
§  EXPLORACIÓN INGENIERA DEL ENEMIGO Y DEL TERRENO.
Consiste en determinar oportunamente las  medidas que cumple el enemigo, el equipamiento y los métodos de actuación de sus fuerzas ingenieras, su ubicación y composición, el grado de acondicionamiento ingeniero alcanzado en sus posiciones, los lugares de instalación de los obstáculos y sus características, incluyendo el minado a distancia, así como las principales características del terreno y su grado de transitabilidad, y los cambios producidos en el mismo, producto del empleo de los medios de destrucción del enemigo,  así  como su influencia en nuestras tropas y en especial,  en el cumplimiento de  las  misiones y medidas del aseguramiento ingeniero.
Para su realización se emplean fundamentalmente las pequeñas unidades (órganos) de exploración ingeniera y pueden actuar de forma independiente o en composición de las pequeñas unidades (órganos) de exploración de las tropas.
§  ACONDICIONAMIENTO DEL TERRENO CON FORTIFICACIONES.
Constituye el conjunto de misiones y medidas encaminadas a aprovechar y modificar el terreno con el objetivo de dificultar las acciones del enemigo y facilitar las acciones de nuestras fuerzas y su objetivo principal es contribuir a la elevación de la vitalidad de las fuerzas, medios, sistemas y objetivos militares, así como de la población, de las reservas de medios materiales, de la economía y del patrimonio cultural del país, mediante la elevación de la protección contra los medios de destrucción del enemigo.
Se ejecuta en su mayor volumen desde tiempo de paz y se adecua a las máximas posibilidades del empleo de las fuerzas y medios frente a las necesidades que impone el aseguramiento ingeniero del combate, priorizando los trabajos en las regiones en que se concentran los esfuerzos principales.
§  CREACIÓN DEL SISTEMA DE OBSTÁCULOS INGENIEROS Y REALIZACIÓN DE DESTRUCCIONES.
Se denomina Plan de Barreras al conjunto de obstáculos de todo tipo, instalados y construidos de acuerdo a la decisión del jefe para la operación, batalla, combate, en combinación con el sistema de fuego, los obstáculos naturales, los artificiales y teniendo en cuenta la maniobra de nuestras tropas. Los obstáculos explosivos constituyen la base del Sistema de Obstáculos Ingenieros.
Los obstáculos ingenieros se construyen e instalan con el objetivo de causar al agresor la mayor cantidad de bajas posibles en su fuerza viva y medios de combate produciéndole además un efecto psicológico adverso, dificultar sus acciones obligándolo a romper sus ordenes de marcha, precombativo y combativo; a desviarse de sus direcciones de ofensiva (avance) o detenerse y dificultar su asalto a nuestras posiciones (objetivos), mantener una constante influencia en la retaguardia del enemigo y en las zonas que ocupa temporalmente, e incrementar las posibilidades combativas de nuestros medios de fuego.


§  LAS MEDIDAS TÉCNICO INGENIERAS DE ENMASCARAMIENTO.          
Son el conjunto de trabajos ingenieros coordinados entre sí, que se cumplen por todas las tropas, con el fin de cambiar la apariencia de los objetivos, las tropas y sus acciones. Se cumplirán ininterrumpidamente desde el mismo comienzo de la construcción y ejecución de los trabajos ingenieros de todo tipo, la ocupación de las regiones por las pequeñas unidades, y durante su permanencia y realización de las acciones.

Entre las medidas técnico ingenieras de enmascaramiento se encuentran la instalación (creación) de pantallas artificiales, la aplicación de la pintura de enmascaramiento, la construcción e instalación de imitadores y la creación de objetivos falsos, el tratamiento del terreno, la repoblación forestal, y la construcción de objetivos con formas y materiales enmascaradores.

§  LAS MEDIDAS TÉCNICO INGENIERAS DE LIQUIDACIÓN DE LAS CONSECUENCIAS EN LOS FOCOS DE DESTRUCCIÓN.
Constituyen el conjunto de medidas y trabajos ingenieros que se cumplen con el objetivo de crear las condiciones, junto a otras tareas, para restablecer la situación creada por el empleo de los medios de destrucción del enemigo, los incendios y los desastres naturales como sismos, huracanes, penetraciones del mar, deslizamientos de tierra y otros.

Para el cumplimiento de estas medidas se designan pequeñas unidades de exploración ingeniera, de zapadores y máquinas ingenieras, que generalmente actúan formando parte del Destacamento de Liquidación de Consecuencias que se forma en la unidad y en estrecha cooperación con las fuerzas del territorio.
§  MEDIDAS TÉCNICO – INGENIERAS DE ABASTECIMIENTO DE AGUA.
Conjunto de medidas que se llevan a cabo desde tiempo de paz para la exploración, la perforación, la extracción y la purificación.


Tiene como objetivo, garantizar el agua a las tropas, a la población, a la economía y al resto de las instituciones de forma oportuna e ininterrumpida, con la calidad y en las cantidades previstas, de acuerdo con las necesidades técnicas, domésticas, industriales, agropecuarias, especiales y otras.


Ø  Misiones de segundo orden:
§  ACONDICIONAMIENTO DE LA RED DE CAMINOS DE MANIOBRA, ABASTECIMIENTO Y EVACUACIÓN.
Esta misión es la que está dirigida a la localización y reparación oportuna de las averías que se producen en los caminos y obras de fábrica como consecuencia de su explotación y de la influencia de los medios de destrucción del enemigo.
Tiene como objetivo asegurar el desplazamiento rápido y oportuno de nuestras fuerzas y medios e incluye la preparación, el mantenimiento y la reparación de los caminos, así como la preparación y la construcción de las rutas de columna. En este sentido debe asegurar la salida oportuna de las unidades a sus regiones de designación combativa; la salida de los medios de fuego desde sus áreas de espera hacia las posiciones de fuego; el abastecimiento de las tropas con medios materiales de todo tipo, así como la evacuación oportuna de los heridos o enfermos y de la técnica de uso militar averiada.


§  LA LUCHA CONTRA LAS MINAS Y OTROS MEDIOS DE DESTRUCCIÓN LANZADOS POR EL ENEMIGO QUE NO DETONEN.
Tiene como finalidad reducir al mínimo las afectaciones que pueden provocar en nuestras tropas y objetivos, las bombas, las minas, los cohetes, los proyectiles y otros medios de destrucción lanzados por el enemigo que no detonen y aprovechar las sustancias explosivas que contienen estos medios en interés de nuestras misiones.
El cumplimiento de esta misión incluye la determinación de la cantidad, la ubicación y, de ser posible, las características de los medios de destrucción que no detonen, la señalización de las áreas y la limitación de su acceso, y la neutralización, destrucción o desactivación de los medios de destrucción.
Se asegura territorialmente, empleando para ello las pequeñas unidades ingenieras de las regiones y sectores militares, así como los grupos especializados creados al nivel de zonas de defensa y otras fuerzas preparadas para ello. 


§  LA SUPERACIÓN DE LOS OBSTÁCULOS INGENIEROS Y NATURALES EN EL CURSO DE LAS ACCIONES COMBATIVAS.
Se realiza con el objetivo de permitir el paso de las tropas por los obstáculos explosivos y no explosivos, creados por el enemigo con sus medios de obstaculización y como resultado del empleo de sus medios de destrucción; por los obstáculos instalados (creados) por nuestras tropas, así como por  obstáculos naturales y artificiales.
La superación por nuestras tropas de los obstáculos artificiales o naturales, siempre que las condiciones de la situación lo permitan, se realizará mediante el bordeo de éstos. Cuando esto no sea posible, se procederá a realizar la apertura de pasos en los obstáculos explosivos o a la creación de condiciones para la superación de los naturales o no explosivos.
Para asegurar el cumplimiento de estas misiones y medidas se ejecutan las siguientes ACTIVIDADES:
1.    El abastecimiento oportuno a las tropas con los medios del armamento ingeniero, fundamentalmente con minas y sustancias explosivas.
2.    La reparación de los medios del armamento ingeniero priorizando aquellos que para cada momento sean más necesarios.
3.    Garantizar el abastecimiento electroenergético de los puestos de mando (dirección) y de otros objetivos.
CUMPLIMIENTO DE LAS MISIONES Y MEDIDAS DEL ASEGURAMIENTO INGENIERO DURANTE EL PERIODO DE CRISIS Y LAS OPERACIONES.
q  Durante el Periodo de Crisis.
En este período los esfuerzos principales se concentrarán en el acondicionamiento ingeniero de los puntos, centros y regiones de resistencia ubicados en las Zonas de Resistencia Operativo Estratégica.
Se incrementan los trabajos de fortificaciones, concluyéndose los de primera urgencia, dirigidos a: crear las condiciones más favorables para el empleo efectivo de todos los medios de fuego; elevar el nivel de protección de las tropas y objetivos más importantes contra los medios de destrucción del enemigo y asegurar el mando (dirección). En este sentido las obras de alta y mediana protección que se encuentren en ejecución desde tiempo de paz, se adaptan para su rápida explotación y se pasa a la construcción masiva de obras de fortificaciones de campaña.
Se incrementan las medidas de ocultación y de imitación aprovechando las condiciones enmascaradoras del terreno. Se despliegan y ponen en funcionamiento las maquetas pasivas y activas y los sistemas de señuelos térmicos y maquetas.
Durante la Etapa Inicial de Crisis  se puntualizan los planes de empleo de los obstáculos ingenieros y se inicia la desconservación y desconcentración de las municiones ingenieras y los explosivos en pequeños almacenes principalmente en las Zonas de Desgaste y Resistencia. Durante la  Amenaza de Guerra continúa la desconservación de las municiones ingenieras y su desconcentración hacia las regiones cercanas a las áreas de empleo y se preparan las fuerzas que participan en la obstaculización.
Se cumplen las misiones del Aseguramiento Ingeniero para asegurar el despliegue movilizativo de las unidades que se movilizan en este período, priorizando las unidades de la Defensa Aérea.
q  Durante la Operación Defensiva Estratégica Contra Desgaste Sistemático.
Los esfuerzos del Aseguramiento Ingeniero se dirigen en lo fundamental, al aseguramiento de las acciones de las unidades que realizan la lucha contra los medios aéreos  del  enemigo;  al  incremento  del  acondicionamiento  con fortificaciones de los puntos, centros y regiones de resistencia en las Regiones de Resistencia Estratégicas, al cumplimiento de las medidas técnico ingenieras de enmascaramiento en la parte del espectro electromagnético que comprende el visible e infrarrojo y hasta el térmico; a la liquidación de las consecuencias creadas por los medios de destrucción del enemigo; a la lucha contra las minas y otros medios de destrucción lanzados por el enemigo; a la preparación de la red de caminos y la creación de las condiciones necesarias para facilitar el establecimiento del sistema de obstáculos ingenieros de forma progresiva y cuando se hagan inminentes los desembarcos del enemigo.  Atención especial se le prestará a la organización y realización de la exploración ingeniera del enemigo y del terreno.
Se continúan las obras que se ejecutan en el periodo de amenaza en los lugares y plazos que lo permita el desarrollo del desgaste sistemático del enemigo, creando las condiciones para el paso al 2do Período de la Guerra. El acondicionamiento de los objetivos y  puntos de resistencia que se encuentran en las zonas de desgaste, como regla se acondicionan con las fuerzas de las propias unidades designadas para realizar el desgaste, aprovechando al máximo las características protectoras y enmascaradoras del terreno, así como las obras de fortificaciones construidas desde tiempo de paz.                                                                                                           
La lucha contra las minas y otros medios de destrucción lanzados por el enemigo, se asegurará territorialmente, empleando para ello las pequeñas unidades de ingeniería de las ADI, así como los grupos especializados creados al nivel de Zonas de Defensa y otras fuerzas preparadas para ello.
Para la instalación de los obstáculos contra desembarco, fundamentalmente contra los desembarcos aéreos, desde el comienzo  de la ODECDS deberá tenerse las fuerzas y los medios listos para, en los plazos más breves posibles, realizar su instalación.
Durante esta Operación se instalan los obstáculos previstos para la seguridad y protección de objetivos importantes, como pueden ser, puestos de mando, bases de almacenes, obras de alta protección, bases combativas y aquellos objetivos que el enemigo pueda ocupar temporalmente para crear bases operativas avanzadas. Continúa  la desconcentración de las municiones ingenieras y su ubicación en las áreas previstas a instalarse los obstáculos.
Los Grupos de Minas y las minas aisladas, teniendo en cuenta su efectividad, capacidad para lograr la sorpresa, economía de fuerzas y medios para su instalación, constituyen la base del Sistema de Obstáculos Ingenieros, aunque puede preverse la instalación de pequeños campos de minas.
Especial atención se le prestará a la fijación topográfica de los obstáculos explosivos, independientemente de la situación existente, hora y situación climatológica.
Ante la eminencia de la Operación Defensiva Estratégica Contra la Invasión se comienza el despliegue del Sistema de Obstáculos Ingenieros.
El acondicionamiento de la red de caminos de maniobra, abastecimiento y evacuación se creará basándose en la red existente en el territorio. Su mantenimiento incluirá la localización y reparación oportuna de las averías que se producen en los caminos y obras de fábrica como consecuencia de su explotación y producto del empleo de los medios de destrucción por el enemigo.
Los esfuerzos principales de las medidas técnico ingenieras de enmascaramiento se concentran en la ocultación e imitación de las unidades de la DAA que realizan la lucha contra los medios aéreos del enemigo; en las unidades de exploración; los puestos de comando; en las unidades que se preservan y las que realizan la lucha contra los desembarcos del enemigo.
q  Durante la Operación Defensiva Estratégica Contra la Invasión.
Los esfuerzos del aseguramiento ingeniero en esta operación  se concentran en la obstaculización, con el objetivo de dificultar la realización de los desembarcos del enemigo y el ataque organizado a nuestras tropas. Además, se incrementan los trabajos para la protección de las tropas, se restablecen las fortificaciones afectadas, se liquidan las consecuencias producidas por los golpes del enemigo y se continúa trabajando en interés del enmascaramiento de las tropas y objetivos.
Se continúa el despliegue del Sistema de Obstáculos Ingenieros, se realiza el restablecimiento de los obstáculos afectados y se incrementan en las direcciones que sean necesarias. Durante la preparación y realización del combate, se realizará una amplia obstaculización y destrucción de las instalaciones portuarias impidiendo su posterior empleo.  
Los obstáculos ingenieros explosivos y no explosivos se crean en correspondencia con los  obstáculos  naturales  y  artificiales  existentes en el terreno, el sistema de fuego y teniendo en cuenta la maniobra de nuestras tropas.
La base del Sistema de Obstáculos Ingenieros la constituyen los obstáculos explosivos que se instalan en las principales direcciones de avance del enemigo, fundamentalmente grupos de minas y minas aisladas.
El Sistema de Obstáculos Ingenieros se despliega (crea) en la Zona de Influencia, en la Zona de Desgaste y en la Zona de Resistencia con particularidades en cada una de ellas dada las formas en que se desarrollan las acciones combativas.
Los obstáculos en las Zonas de Influencia se instalan generalmente, con bajas densidades, con el fin de crear el Peligro de Minas, e incluyen:
a)      Las minas navales instaladas a diferentes profundidades en las vías de acceso al litoral: en las entradas a los golfos, bahías, estrechos, ensenadas y en otras aguas profundas. En su instalación participan las unidades de superficie y submarinos destinados para ello, así como las formaciones especiales navales y otras fuerzas preparadas y equipadas para cumplir esta misión.
b)      Las minas contra medios navales y anfibios y los obstáculos no explosivos, se instalan en aguas poco profundas, en aquellos sectores del litoral de probables desembarcos navales, y en aquellos pasos que puedan utilizar las embarcaciones enemigas para penetrar en áreas de la costa o navegar dentro de éstas.
En la Zona de  Desgaste se instalan obstáculos antitanques y antipersonales explosivos y no explosivos, para darle cobertura a las pequeñas unidades que actúan en éstas.
La obstaculización se realizará mediante la creación de nudos de obstáculos, grupos de minas, minas aisladas, cohetes como cargas proyectables, realización de destrucciones, las trampas explosivas y no explosivas, y la construcción de obstáculos no explosivos. Un papel relevante dentro de la obstaculización ingeniera en la Zona de Desgaste lo tendrán las emboscadas automáticas y los obstáculos dirigidos, fundamentalmente mediante el empleo de los medios de detonación a distancia.
Contra las fuerzas que avanzan hacia el interior del territorio los obstáculos se emplearán conjuntamente con la defensa temporal, el sistema de emboscadas o de forma independiente.
En los objetivos en los que se realice una defensa temporal se obstaculizarán sus accesos, interceptando las probables vías de acercamiento del enemigo, así como los probables lugares de sus desembarcos. 
En las posiciones de emboscada se instalan minas aisladas y grupos de minas antitanques y antipersonales, fundamentalmente de fragmentación y de proyección dirigida, así como trampas explosivas y cohetes como cargas proyectables que tienen un gran efecto destructivo, combinándolas con otros obstáculos ingenieros, preferiblemente en los caminos, pasos obligados, puentes, alcantarillas, vados, lugares de posible despliegue del enemigo, posibles vías de repliegue y abastecimiento.
Durante las incursiones se emplearán las municiones ingenieras y sustancias explosivas para proteger los flancos, la salida del combate y romper el contacto con el enemigo.
En la realización de acciones especiales, fundamentalmente para el asalto, la destrucción y el aniquilamiento secreto, los obstáculos explosivos constituyen el armamento principal que emplearán las unidades de tropas especiales.
En los puntos de fuego aislados se obstaculizarán sus accesos y perímetros; al abandonarlos, cuando los medios de fuego empleados sean fijos, se inutilizan empleando explosivos, igual tratamiento se les da a las obras ingenieras, además, se dejan minas instaladas y trampas explosivas (cazabobos).
En los lugares de probables desembarcos aéreos y navales y en las vías de acceso a estos se crean las condiciones para en breves plazos realizar la instalación de minas saltadoras de gran radio de acción, minas de proyección dirigida, cargas proyectables y otros tipos de obstáculos ingenieros, combinados con el fuego de los medios de defensa antiaérea y de otras armas, fundamentalmente por las propias unidades que se encuentran en ellas o cercanas.
Se realiza la obstaculización o la destrucción de las pistas, tramos de autopista y carreteras que puedan ser empleadas por el enemigo para la realización de los desembarcos aéreos.
En la medida que el enemigo logre éxito en sus desembarcos y en la ocupación de partes del territorio, se incrementan los obstáculos ingenieros y la realización de destrucciones desplegándose en toda su magnitud el Sistema de Obstáculos Ingenieros. En sus direcciones de avance se crean nuevos obstáculos y se pasan a primer grado de preparación los obstáculos ingenieros y objetivos preparados de antemano para su destrucción.                
En la Zona de Resistencia  se obstaculizan los accesos a los puntos, centros y regiones de resistencia, los intervalos entre estas y los pasos obligados, todo ello se hace mediante la creación de nudos de obstáculos, campos y grupos de minas y la destrucción de objetivos, para asegurar su mantenimiento firme e interceptar todas las vías de avance del enemigo a través de ellos.
Las mayores densidades de obstáculos se crean (instalan) en la Regiones de Resistencia Operativo - Estratégicas donde se concentran los esfuerzos principales, disponiendo éstos de forma tal que cubran todas las direcciones  de posible avance del enemigo, mediante la creación de nudos de obstáculos, grupos de minas y la destrucción de objetivos, teniendo como principio que la mayor cantidad de obstáculos explosivos, se instalan durante la preparación de las acciones combativas,  por ser más efectivos, disponiéndolos en sus tercero y segundo grados de preparación.
Especial importancia tiene el empleo de los obstáculos explosivos contra las unidades y agrupaciones de tropas del enemigo, que intentan o realizan el bloqueo (cerco) de las ciudades principales que se defienden de forma permanente.
Los objetivos que sean de nuestro interés no caigan en manos del enemigo durante su ocupación, tales como industrias importantes, instalaciones portuarias, grandes puentes y embalses, edificios, plazas, avenidas, instalaciones electro energéticas, gasoductos y otros, se mantienen y defienden hasta el último momento, preparándolos para su destrucción en el momento de abandonarlos nuestras tropas o una vez ocupados por el enemigo.
Durante el desarrollo de los combates se prevé una amplia maniobra con los obstáculos en la que jugarán un papel importante los Destacamentos Móviles de Obstáculos (DMO), que se designan para incrementar o restablecer los obstáculos mediante la instalación de minas y realización de destrucciones con una amplia movilidad, en los sectores de avance de los tanques y carros blindados del enemigo,
q  Durante la Operación Defensiva Estratégica de Resistencia, Desgaste y Victoria.
En este caso, al cambiar las condiciones de la situación y la agrupación de nuestras tropas y las del enemigo, el aseguramiento ingeniero habrá que adecuarlo, siendo para ello necesario:
§   Aprovechar los restos de las unidades ingenieras que hayan quedado, incorporándolas a los Frentes de Resistencia.
§   Incrementar el acondicionamiento ingeniero en los puntos, centros y regiones de  resistencia  en los Frentes de Resistencia, completando  éstos con la construcción de nuevas obras de fortificaciones de campaña y la obstaculización de nuevos objetivos.
§   Distribuir los medios del armamento ingeniero a cuenta de las reservas de minas y sustancias explosivas existentes.
§   Un papel fundamental lo jugará la construcción y el empleo del armamento ingeniero, principalmente minas, para la destrucción de los medios del enemigo y el aniquilamiento de sus fuerzas vivas, incluyendo el empleo de los obstáculos y trampas explosivas y no explosivas en la lucha contra el enemigo en ciudades y poblados. El papel de los obstáculos se incrementará actuando contra el enemigo donde quiera que éste se encuentre, fundamentalmente contra las tropas enemigas que intentan llevar a cabo o mantener la ocupación de determinados territorios.   
Apreciación de Ingeniería.
Una vez realizada la reunión operativa el Jefe de Ingeniería, inicia su apreciación estableciendo los siguientes elementos:
  • Análisis de la Misión.
  • Cálculos Ingenieros.
  • En el mapa de trabajo:
-        Características del terreno, capacidad y estado de los puntos de vado.
-        Accesos a la ciudad.
-        Levantamiento de obras naturales y artificiales.
-        Valora el estado de protección contra las armas del enemigo.
El jefe de ingeniería propone al Jefe ó comandante:
  •  Plan de Barreras.
  • Voladuras controladas
  • Trampas y explosivos.
  • Obras de primera urgencia que hay que construir.
  • Recomendación del enmascaramiento.